HOMME A PART
Hombre a parte se mudó. Aunque se ha perdido la vista sobre el castillo, se ha ganado algo de convivencia. La sala es más acogedora y se ha acercado a la mujer de una parte, su versión femenina, ya vecina. Alejandro y Sébastien siguen ahí y siempre están cazando a la gente, del más pequeño al más grande. El más: el barbero. Evidentemente, se dirige a los hombres, a los verdaderos, no a las preputeras. Tratamientos, crema, masajes, toalla, sillón especial afeitado, te encantará su trabajo de profesional. En cuanto a la peluquería, nada que volver a decir y si este salón vale, sin duda, por sus prestaciones, el éxito también tiene el ambiente que reina. ¡Imposible aburrirse! Señorías, por favor, repitan esta dirección y, por tanto, vayan a ver al lado.