ANNE DE BARI
Sillones de un naranja acidulado, mosaico en el suelo, caramelos en el mostrador, una gran cristalera luminosa en el techo y en el centro, los bacs (justo debajo de una colección de cabezas de peinado). Aunque este salón da por supuesto en el peinado clásico (algunos clientes vienen desde hace treinta años), el must aquí es la actividad de renovación. Anne pone su experiencia (cuarenta años de peinado) a tu servicio y te propone dar "el pequeño empujoncito" que te ayudará a sentirte mejor en tus zapatillas. Querer cambiar de cabeza sin perderse, es donde interviene el saber hacer de Anne y el término de visagista adquiere todo su sentido. En la cita, le escuchará: no se impone nada, el objetivo es que conserves tu personalidad, basta con algunos pequeños golpes para que tu vida pase del oscuro a la claridad. También se puede dar a Anne si tiene "gran oportunidad" a la vista. Otro punto fuerte de la casa. Nada más que un ojo en el catálogo con fotos de chorros sabiamente esculpidos. Un último detalle: la decoración que sigue al ritmo de las temporadas y de los eventos del año… a descubrir.