BAIT BAITYN

Rashid, el propietario, ha restaurado con esmero esta casa en ruinas. Las 10 habitaciones con aire acondicionado, camas (no colchones en el suelo) y cuarto de baño privado son sencillas pero muy cómodas: madera oscura, tonos ocres y beiges naturales, alfombras para entrar en calor... una decoración más bien sobria, casi chic. Para cenar se sirve un bufé tradicional, pero también hay huevos y tortitas para desayunar Un regalo especial: a cada huésped se le ofrece una visita guiada de 45 minutos por el oasis.