Relajación y puesta en forma Mascate

Le Chedi es un establecimiento excepcional, y su spa no lo es menos. Frente al mar, al borde de la piscina más larga de Oriente Medio (103 metros), 800 m² de espacio divididos en 13 suites y varias saunas y hammams combinan elegantemente la decoración de inspiración asiática y oriental. Entre la amplia gama de tratamientos, las terapias holísticas y ayurvédicas están diseñadas para restaurar la armonía y la vitalidad. Después del tratamiento, puede relajarse en un espléndido salón de relajación con vistas al Mar Arábigo... El tiempo se detiene.

Como un antiguo fuerte árabe en medio de un jardín omaní, aislado en su propia cala bien lejos del hotel, el lujoso spa del complejo más exclusivo de la ciudad se alza majestuoso. Reflejo del estilo tradicional local, complementa maravillosamente al hotel y ofrece una arquitectura interior igualmente refinada: techos abovedados, elegantes pasillos y pasarelas, columnas arqueadas... Bien integrado en su propia minibahía, el enorme spa se distribuye en tres niveles, que crean tres zonas diferenciadas: una zona para mujeres, otra para hombres y una piscina privada para las damas con una playa dedicada de 500 metros de largo.

Es el único Spa by The Ritz Carlton del país y es único en ofrecer tratamientos adaptados a las necesidades individuales. También se ofrecen clases de yoga y fitness bajo petición para mejorar el bienestar de los huéspedes. Los productos utilizados son 100% ecológicos, en su mayoría de origen local y a base de ingredientes y aceites naturales, excepto los tratamientos faciales, que se realizan en parte con productos de la marca de lujo ESPA. No menos de 17 salas de tratamiento componen este hermoso complejo, que también está equipado con varias saunas, saunas de infrarrojos, fuentes de hielo (sólo para señoras), salas de hammam (no menos de 6 para tratamientos tradicionales con jabón negro, exfoliantes profundos, mascarillas de aloe vera, etc.). También zonas de relajación (separadas: hombres a un lado, mujeres al otro) donde se puede tomar zumo de fruta natural o té de jengibre. Un lugar estupendo.

Con sus vastos y desnudos paisajes, sus montañas y desiertos, y sus pacíficos habitantes, Omán es un país ideal para volver a centrarse y recargar las pilas, y Philippe, de Wellness Arabia, lo entiende. Entusiasta del yoga y la meditación consciente, empezó a desarrollar productos en la década de 2000. Hoy ofrece, previa petición, cursos individuales o en grupo de sonoterapia, respiración, meditación o yoga. Philippe habla inglés o francés y, si no está disponible, un equipo anglófono muy profesional trabaja con él.

Tan íntimo y exclusivo como el palacio que lo alberga, este spa confidencial ofrece una pequeña carta de tratamientos específicos que llevan el nombre de lugares emblemáticos del sultanato. Su especialidad son los tratamientos a base de incienso(luban en árabe), como el Wahiba Golden Sands, que combina técnicas de masaje oriental con las cualidades terapéuticas del aceite esencial de incienso. Rocks of Al Jissah mezcla incienso con hierbas y productos orgánicos que se envuelven en tela omaní para formar una "bolsita de masaje". ¡Una auténtica delicia!

En tonos beige naturales, este spa cocooning, situado en la primera planta del hotel, ofrece 5 salas de tratamiento individuales y una gran sala para parejas con ducha privada, hammam, sauna, bañera de hidromasaje... El menú a la carta incluye masajes corporales como el tradicional masaje de tejido profundo o el masaje con piedras calientes, exfoliantes corporales (nos encanta el exfoliante de rosas), tratamientos para la celulitis o la recuperación muscular, etc. Mención especial merecen los tratamientos faciales, entre los que destaca el hidrafacial, que limpia e hidrata la piel en profundidad.

Un poco alejado del complejo, Chi The Spa es un remanso de paz. Compuesto por doce villas de tratamiento privadas rodeadas de magníficos jardines, ofrece una gran variedad de tratamientos, adaptados a sus necesidades: masajes relajantes para el bienestar psicológico, masajes con piedras de sal del Himalaya para conciliar el sueño y reducir la inflamación, tratamientos con colágeno para un rostro rejuvenecido y descansado, un ritual de incienso de dos horas y media para una relajación absoluta... Bonus: el circuito acuático de hidrovitalidad (piscinas de chorros, hammam, duchas sensoriales, etc.).

El escenario es el de un elegante, espacioso y confortable hotel spa de 5*. Es sobre todo el equipo el que marca la diferencia: totalmente tailandés y rico en este saber ancestral que hace de los masajistas asiáticos unos terapeutas sobresalientes. O bien la seguridad de un momento de relajación total gracias a un protocolo de cuidados cualitativos, aplicado al pie de la letra tanto para la gama de masajes como para los tratamientos faciales y otros tratamientos a la carta (baños de aromaterapia, pedicura, manicura...). Para una completa relajación, una selección de paquetes de 90 a 180 minutos.