Franschhoek

¿Qué más se puede pedir en un entorno tan hermoso que un plato de comida y una copa de vino? Esta parada en las afueras de la ciudad, en plena pinot noir, es fruto de una deliciosa colaboración con el viticultor Achim von Arnim. Aproveche para degustar el pierre jourdan, un rosado gris muy bien criado. El chef ofrece menús degustación gourmet inspirados en los productos de temporada, incluida una opción totalmente vegetariana y tapas de primera clase.

La Petite Colombe, uno de los mejores restaurantes de la ciudad, no tiene nada que envidiar a los establecimientos con estrellas Michelin. La cocina es de altos vuelos, bella a la vista y exquisita al gusto. Sentado en el agradable comedor, con sus grandes ventanales que ofrecen un telón de fondo de montañas y vegetación, sucumbirá a los platos de los chefs que trabajan duro en la cocina para ofrecerle platos refinados y sabores extraordinarios, siempre a la vanguardia. No olvide reservar, ya que el comedor está casi siempre lleno.

Efraín le recibe en la sobria y elegante habitación, de tonos grises y blancos. El fuego crepita en la chimenea situada en el centro de la sala. Iluminación tenue, variedad francesa... Un momento voluptuoso. La cocina, abierta al comedor, deleitará su paladar. Se ofrece una copa de champán local. Y cuando los platos se colocan en la mesa, es una fiesta para los ojos. Los sentidos se despiertan. Una mezcla de colores, sabores y texturas. Una explosión en el paladar desde el entrante hasta el postre. Servicio discreto y ambiente elegante.