Los mejores restaurantes Poreč

Situado en un callejón de la calle principal, este bar de vinos es apreciado por su buen ambiente y su amable acogida. La calidad de sus vinos también es un argumento a su favor; no dude en pedir consejo sobre añadas regionales, como un buen Malvasía. El local sigue siendo muy popular gracias a sus grandes y completas ensaladas, sus tablas de pescado y marisco y, sobre todo, sus tablas de quesos y embutidos locales. Algunos dicen que han disminuido en cantidad, pero siguen siendo generosas y frescas.

En la esquina de calles peatonales muy transitadas, sobre todo por la noche, es uno de los establecimientos de comida rápida más queridos del centro de la ciudad. ¿Qué tiene de original esta franquicia? Ofrece casi exclusivamente marisco. Aquí se preparan rápidamente todo tipo de hamburguesas y bocadillos largos, bien surtidos de atún, salmón ¡e incluso filetes de tiburón! Los cucuruchos de calamares fritos, la tempura de sardinas y otras frituras se pueden comer sobre la marcha con ensalada, patatas fritas (¡excelentes!) o cuencos de arroz (sin gluten). Es abundante y muy fácil de digerir

Cerca de la estación y alejado del paseo marítimo, este restaurante de comida rápida es tranquilo y está bien situado. Dispone de un comedor interior y una terraza a la sombra, elevada sobre la calle. El menú incluye comida callejera clásica japonesa y asiática: gyozas, fideos ramen, poke bowls con ensalada de aguacate/edamame/soja y mochi de postre. El chef tiene en cuenta las alergias alimentarias, y el servicio es discreto y rápido. En competencia directa con la otra dirección conocida, Chili Fusion Streetfood (Ribarski Trg).

Incluso en Istria, no hay que desdeñar una buena comida bosnia. Aquí, la fórmula es sencilla: estamos en un restaurante asador como en Sarajevo. Para comer dentro, hay una gran terraza o una sala interior con una decoración refinada y bonitas alfombras orientales. Los clientes piden sobre todo el plato de carne a la parrilla, con chuletas de cordero, salchichas y ćevapčići especiado con hierbas, acompañado de patatas fritas, ensalada y pan casero (para dos personas). Para acompañar, se puede elegir una cerveza rubia embotellada, Sarajevska Premium.

Construida en 1447 sobre los cimientos de antiguas fortificaciones, la atalaya gótica conserva sus poderosos muros. La entrada presenta un león veneciano alado esculpido por Jakomus de Pari y su hijo. El interior se ha reconvertido para albergar un restaurante gastronómico de Istria. Antes o después de un cóctel en la Torre Rotonda (Trg Narodni), la experiencia medieval continúa aquí con una comida a la carta. Platos meticulosos e inventivos, de mar y tierra, en un ambiente romántico, en el interior bajo las históricas bóvedas o en la terraza de la azotea.

Este elegante restaurante situado en el puerto es uno de los más valorados de la ciudad. Juega con el concepto de la nueva cocina mediterránea con platos cuidados en la carta, como la sopa de Motovun con setas y trufas blancas, el carpaccio de marisco blanco, el pescado del día entero a la parrilla con blitva (triturado de acelgas y patatas), las vieiras con arroz al azafrán o el filete de ternera con la salsa del chef. Entre los postres, hay que probar el helado con trufas. También cuenta con una buena carta de vinos regionales.

Hablamos de un restaurante-pizzería-asador, y no de un simple bistró. El establecimiento, dirigido desde 1994 por una familia de Poreč, está bien situado en las inmediaciones del parque Juraj Dobrile y de la basílica Eufrasiana. Es fácil reconocer el edificio bicentenario que lo alberga, donde podrá disfrutar de una bebida y una comida tranquila en su soleada terraza. El menú incluye marisco, langosta y pescado a la parrilla, así como pasta fresca con salsa de trufa, risotto, pizzas, ensaladas completas y carne a la parrilla.

La fórmula aquí es toda vegetal y gourmet. En los generosos platos, el amarillo de la polenta o los pimientos enteros contrasta con el verde del brócoli, el guacamole o el blitva -el puré de patatas y acelgas u otros brotes verdes en aceite de oliva- típico de la cocina croata. Pasteles de semillas doradas con tomate, mezcla de legumbres, minestrone, pasta con trufas de Istria, arroz blanco o negro, etc. Tantos tonos de colores bonitos y buenos sabores naturales. También buenos postres.

En este restaurante familiar, las recetas tradicionales de la zona tienen sabor italiano. Una buena opción de cocina marinera: pasta fresca con langosta y salsa de tomate, sepia cocida a fuego lento en buzzara (una salsa tradicional dálmata hecha con vino blanco, ajo y perejil), cazuela de mejillones, calamares y otros mariscos… Por lo que respecta a la cocina de interior, ofrece un plato de carnes mixtas a la parrilla cocinadas en cazuela de barro, acompañadas de patatas salteadas (plato que se comparte por encargo). Tiene una hermosa terraza cubierta.

Un B&B que encontrará a 5 km de Poreč, en el bosque, a 800 m de la carretera. Se aprecia por sus cómodas y rústicas habitaciones y su restaurante local, con grandes mesas y bancos de madera en el parque. Este ambiente campestre está reservado a los que viajan en coche. En el menú, raviolis con trufas o crema de espárragos trigueros, jamón serrano y queso de cabra, carnes a la brasa y pasta fresca.