MUSEO MILITAR (HARBIYE ASKERI MÜZE)
Originalmente concebido como una academia militar en 1841 -el papel que guarda hasta 1936-, se reconstruyó en 1862 tras un incendio y acoge Ataturk como alumno de 1899-1905. La idea de convertirlo en museo se remonta a 1966, pero sólo se convierte en práctica en 1985, al tiempo que sufrió modificaciones y añadidos posteriormente. Las piezas y colecciones presentadas son la herencia directa del Imperio otomano, más concretamente de la iglesia de Santa Irene, transformada en arsenal tras la conquista de Constantinopla. Naturalmente, con el tiempo, las armas y el equipo militar antiguo se acumulan, sustituyen por las novedades. El sultán Ahmed III (1703-1730) ordena que se efectúe un inventario para exponerlos. Pero tendrás que esperar hasta el siglo XIX, cuando el concepto de museo desembarca en Estambul. Las monedas, que se enriquecen constantemente, se transfieren en 1949, no lejos del edificio actual. Con más de 45.000 habitaciones, un edificio espacioso se convierte en imperativo, aunque actualmente sólo hay 5.000 habitaciones (lo que ya está mal), entre las que se consideran interesantes. Las 28 salas muy espaciosas se reparten por temas y épocas. La elección es bastante buena, ya que no nos limitamos a destacar únicamente las armas. Al contrario, junto a una rica colección de armas, encontramos uniformes, tiendas, coches, banderas, escuadrones, correspondencias, reconstituciones, instrumentos musicales, etc. La visita comienza con la historia del museo y continúa con los arcos (siglos XVII-XIX). Como antiguo alumno de la escuela y personaje ineludible, Atatürk disfruta de una sala especial, aunque se encuentre en otras partes. El mismo trato para las figuras adoradas de la historia turca, como Mehmed II el Conquistador. A partir de la undécima sala, los temas abordan temas más precisos: el período de Meşrutiyet, la Primera Guerra Mundial, la guerra de los Dardanelles, etc. Además, el museo está fuera de los circuitos turísticos clásicos, te sentirás muy cómodo durante la visita, excepto algunos días cuando grupos locales desembarcan en gran número (estudiantes, asociaciones, etc.). Por último, el espectáculo de mehter revivió esta música célebre que los ejércitos otomanos utilizaban en las batallas (entre las y las h los días de apertura). Sencillamente impresionante: es un espectáculo de museo, pero es bonito.