Relajación y puesta en forma Estambul

Construido en 1580, este lugar mágico ha reabierto sus puertas tras siete años de renovación. Todo se ha reconstruido según los planos originales con materiales idénticos. El resultado es espléndido: todo es de piedra, mármol y madera. Desde el momento en que se entra, el ambiente está consagrado a la calma y el placer. El ritual dura unas dos horas: en la recepción le ofrecen una bebida y luego va a la ducha, para tumbarse después en el cálido mármol durante una buena media hora, un auténtico momento para olvidarse del mundo y renovar su piel en un marco sublime. No se lo pierda.

Es el baño turco turístico por excelencia, y lo es por una buena razón: el edificio es magnífico, lo cual ha sido recogido por múltiples artículos. Lo lamentable es que este éxito haya llevado a un aumento vertiginoso y abusivo de las tarifas. Algunos piensan que data de mediados del siglo XVIII, pero aún se sigue manteniendo el siglo XIX como referencia oficial. Su aspecto parece un poco más dejado que el edificio original, pese haber sido objeto de varios trabajos de mantenimiento. A la salida ofrecen refrescos.

Este baño turco data de 1640. Fue construido bajo las órdenes de la sultana Kösem. Çini en turco significa azulejo, y eso es precisamente lo que lo distingue. El local es frecuentado por la gente del barrio, aunque últimamente se empiezan a ver cada vez más extranjeros. La recepción es amistosa, son amables y relajados, es fácil adaptarse. Por lo que respecta al masaje, aquí no existe limitación de tiempo como en otros establecimientos turísticos, así que déjese frotar y masajear según su estado de ánimo.

Cerca de la plaza Taksim, esta sauna abierta las 24 horas del día es sobre todo una zona de relajación con calor seco, a diferencia de los baños turcos. El establecimiento es solo para hombres y dispone de un jacuzzi, una piscina, un baño turco y una sauna, así como un gimnasio con algunas máquinas. Hay varios paquetes de masaje disponibles. Cuenta también con un bar. No se indica explícitamente, pero este lugar es frecuentado en su mayoría por gays. Si busca un momento de bienestar a cualquier hora del día o de la noche, este es un buen lugar.

Si quiere tener una privacidad absoluta, vaya al spa del Hotel Byzantium, que está abierto a todo el público. El tratamiento es personalizado y quedará muy satisfecho con el cuidado especial que le otorgarán. El complejo cuenta con unos 3.000 metros cuadrados, que incluyen una piscina semiolímpica y un gimnasio con todos los equipos para musculación y cardio. Además disponen de dos baños turcos, una sauna, una sala de masajes, etc.

Los precios incluyen el paquete «kese y masaje», de unos 20 minutos de duración. Además, ofrecen un servicio de transporte para recogerle y traerle de vuelta si lo solicita (incluido en el precio). No hay separación entre hombres y mujeres: es totalmente mixto, una excepción en Estambul. También hay bebidas, como té, café turco o agua con gas. En cuanto al edificio, forma parte del complejo de la mezquita, que data del siglo XVI.