TEMPLO LUXOR
Cómo llegar y contactar
Todo listo para descubrir un magnífico templo que no debe perderse bajo ninguna circunstancia. La mayor parte de la estructura actual del templo de Luxor data del reinado de Amenhotep III (1400 a.C.) y Ramsés II (1235 a.C.). Está dedicado principalmente a Amón, pero también a Mut, su esposa, y a Jonsu, su hijo. Este templo estaba muy concurrido durante las festividades de Opet. Las tres cortezas sagradas de Amón, Mut y Jonsu, almacenadas durante todo el año en su santuario de Karnak, salían del templo a hombros de los sacerdotes ante el júbilo general.
Una callejuela de 3 km, llamada dromos, bordeada de esfinges, algunas de las cuales aún son visibles, une de nuevo Luxor con Karnak.
Frente al primer pilono construido por Ramsés, solo queda un obelisco. Muhammad Alí ofreció ambos a Francia en 1831, pero solo uno fue transportado a París y, desde entonces, está entronizado en la plaza de la Concordia. Nada más ser elegido, el presidente François Mitterrand, cuyo apego a Egipto era bien conocido, devolvió simbólicamente el obelisco que había permanecido en su lugar.
Una vez pasado el primer pilón, a la derecha, descubrirá una capilla con tres cámaras, utilizadas como lugares de descanso para las cortezas de Amón, Mut y Jonsu. Construida por Tutmosis III, esta capilla representa una ruptura en el paralelismo de las columnas del patio. A la izquierda, dominando el lugar, observará la inusual ubicación de una pequeña mezquita construida en el siglo XIII, en una época en la que las ruinas de Luxor aún estaban enterradas bajo la arena. Más tarde se habló de trasladarla, pero ya no parece estar en los planes. El patio, construido durante el reinado de Ramsés II, está adornado con imponentes estatuas suyas. Se abre a un impresionante callejón bordeado de columnas tras las que se pueden ver escenas procesionales de la fiesta de Opet. Los bajorrelieves datan de Tutankamón y Horemheb. El siguiente patio, el de Amenhotep III, está rodeado de columnas y en su día estuvo cubierto por un techo de una amplitud difícil de imaginar. El depósito frente al santuario fue reconstruido bajo Alejandro Magno. Los bajorrelieves lo representan en compañía de Amón, lo que demuestra claramente la importancia que seguía teniendo este dios a principios del periodo griego. Intente programar su visita para el final del día o al atardecer, es grandioso. Toda iluminada, destaca sobre el fondo negruzco que la noche ha tendido sobre la ciudad. ¡Es mágico!
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre TEMPLO LUXOR
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