SESSEL

Escondido encima de una tienda, este auténtico bar clandestino juega con todos los códigos del género: ambiente silencioso, iluminación tenue, decoración de los años 20, personal elegante y plantas exóticas. Las estrechas ventanas que dan a la calle aumentan la sensación de estar en un bar clandestino. Los cócteles de Sessel están muy bien pensados y equilibrados, y si estás aquí en invierno, creemos que hacen el mejor vino caliente de la ciudad. Disfrútalo a primera o última hora de la tarde, acurrucado en un sillón.