IGREJA DE SÃO FRANCISCO DE ASSIS

La iglesia de São Francisco aparece como la joya de la hermosa Vila Rica, la que debe visitar durante su estancia. Si las iglesias de Ouro Preto son similares, con su estilo barroco y su blancura resaltada con ocre amarillo, la iglesia de São Francisco de Assis destaca por su estilo particular. Se dice que Aleijadinho diseñó los planos y esculpió la fachada entre 1766 y 1794. Hay un fino equilibrio entre las masas blancas y las esculturas de esteatita de la fachada, o la riqueza del dorado de los altares; el oro no lo sobrecarga todo, como en algunas iglesias de Salvador. Cabe destacar el dominio de la iluminación, ya que la estatua que se encuentra detrás del altar, encaramada en una especie de escenografía, se muestra con una luz lateral ingeniosamente teatral. El altar principal es de estilo rococó. Los pálidos y contrastados trampantojos del techo, habituales en Minas, son obra del pintor Mestre Manuel Ataíde. Las dimensiones insólitas, las dos torres redondas empotradas, el aspecto convexo del conjunto, la ondulación de los muros de piedra engastados con paneles blancos, la escultura de la fachada en esteatita, la puerta y las ventanas crean un edificio vivo y original, conmovedor en su sencillez, a punto de abrirse en corolas para revelar algo. En la sacristía, un pequeño museo en memoria de Aleijadinho (con una de sus famosas obras expuestas, Os quatro Leões de Essa). Una de las dos iglesias más bonitas de la ciudad (con la Matriz do Pilar).