Guía de viaje Ouro Preto

El placer de pasear por las calles empedradas de Ouro Preto, antigua capital del estado y Patrimonio de la Humanidad, es casi suficiente para justificar un viaje a Brasil. Situada a 1.180 metros de altitud, la antigua Vila Rica de Ouro Preto es considerada una de las ciudades coloniales más bellas del continente por las revistas de turismo más prestigiosas del mundo. Construida por esclavos africanos, fue la primera gran metrópoli del ciclo del oro y aún hoy ostenta el conjunto arquitectónico más rico del barroco brasileño. Las casas coloniales son las mismas que en Paraty, con sus espaciosos primeros pisos y ventanas enmarcadas por finas rejas de hierro forjado, pero son infinitamente más numerosas. Luego está el encanto de los pueblos de montaña. Empinadas calles empedradas e iglesias blancas resaltadas en ocre dominan cada colina. La iglesia de São Francisco de Assis, esculpida por los precisos martillos de Aleijadinho y pintada por su colega Athaïde, sorprende por la pureza de sus líneas. Y sin embargo, como el estado de Minas, la ciudad es activa y mira hacia el futuro. Ouro Preto, con su escuela de minería fundada por un francés, es un centro universitario de renombre en Brasil. La topografía accidentada y el telón de fondo montañoso completan este escenario cinematográfico.