JARDÍN BOTÁNICO
Un jardín botánico en un remanso de paz y contacto con la naturaleza, hogar de unas 6.000 especies de plantas y árboles.
El Jardín Botánico, con sus avenidas bordeadas de palmeras imperiales, es una de las visitas obligadas de Río de Janeiro, quizá sólo superada por el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor. Este soberbio parque está considerado uno de los diez jardines botánicos más importantes del mundo. Además de su colección de plantas y árboles de todo el mundo, el jardín botánico es un remanso de paz y contacto con la naturaleza, donde se puede disfrutar durante horas.
La historia del jardín comenzó en 1808, cuando el Príncipe Regente de Portugal, Dom João VI, huyó de los ejércitos napoleónicos y se instaló en Río. Mandó construir un jardín de aclimatación, en el que plantó especies como el té, una costumbre que había traído de Europa.
El jardín botánico ocupa unas 140 hectáreas e incluye parte de la plantación de caña de azúcar que existía en la época colonial. El Jardín Real está atravesado por dos ríos, el riacho Iglesias y el rio dos Macacos, que abastecen al jardín con agua procedente de la selva de Tijuca. Contiene unas 6.000 especies de plantas y árboles de todo el mundo, sin incluir las autóctonas de Brasil. Los dos primeros edificios a la derecha al pasar la entrada pertenecieron a los directores del jardín botánico. La casa azul de Pacheco Leão se utiliza para diversas exposiciones. Uno de los símbolos del Jardín Botánico son sus largas hileras de palmeras imperiales, con una vista del Corcovado al fondo. Estas palmeras, originarias de Malasia, fueron traídas por D. João VI a su llegada a Río.
El jardín contiene dos pequeños jardines en miniatura, uno inspirado en Japón y otro en la Amazonia. Las fuentes y esculturas de hierro fundido del jardín proceden del Centro y fueron trasladadas cuando se modernizaron las avenidas.
El jardín lleva el nombre del mariscal Manoel Marques, que también trajo muchas plantas de la Guayana Francesa, entre ellas el famoso café. La fuente central data de 1905 y procede del portal de la antigua Academia de Bellas Artes. En el callejón de la derecha se puede ver un árbol de pau-brasil, que dio nombre al país, y el estanque cubierto de la magnífica Victoria Régia, nenúfares gigantes. El techo de cristal presenta una atractiva variedad de plantas carnívoras. El siguiente sendero conduce al dosel de orquídeas. El parque de cactus cuenta con un impresionante número de orquídeas de infinitas formas. La tienda del jardín botánico vende una serie de libros de gran belleza. Las compras contribuyen al mantenimiento del jardín.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre JARDÍN BOTÁNICO
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Mais rien d'extraordinaire, d'autres endroits à Rio sont plus splendides !