FAVELA EXPERIENCE VIDIGAL
Es una iniciativa interesante. Este nuevo establecimiento abierto en plena favela de Vidigal ofrece a sus huéspedes unas vistas impresionantes de los barrios de Leblon, Ipanema y Lagoa desde las alturas del morro, situado encima de São Conrado, pero también en el barrio de Barra da Tijuca del otro lado. Se trata de una opción alternativa a aquellos que deseen descubrir una favela diferente a la de coger un circuito organizado. Aquí se duerme en la favela (con toda seguridad), se conoce a sus habitantes, se juega al fútbol con los jóvenes, se participa en las fiestas del barrio y se descubre un Río totalmente diferente.
Vivienda. Puedes quedarte en el albergue (habitaciones en dormitorios y habitaciones dobles bien mantenidas), ya sea en el habitante o en apartamentos individuales. En el habitante, se duerme en casa de María Clara Dos Santos (en Rocinha, la favela vecina), madre de cinco niños conocida como la "mano santa" con la mano santa, por sus restos de hierbas medicinales. También se ocupa de cuidar a las madres de la favela, una verdadera militante social.
Actividades. Puedes descubrir la favela a pie con los jóvenes del barrio, al igual que la favela vecina, el inmenso Rocinha. Del turismo solidario, dirigido por los propios habitantes de la favela y muy profesional. Una hermosa experiencia humana. ¡Y qué vista inolvidable! Trekking hasta la cumbre del morro Debirãos, propuesta por el equipo, joven y agradable.
Transporte. Dado que los taxis se niegan a subir a las favelas, hay que saber que el descenso a pie hasta la bonita playa es rápido. También se puede llegar al fondo, al largo de Vidigal, encontrar minivanos y taxis que salen al centro. Y si prefieres no cansarte para subir, los mini-vanes hacen sin parar la ida/vuelta pasando delante del hostel. No tendrás nada que hacer (un pequeño signo de mano basta). Al regresar, hay mini-vanes durante el día y moto taxis las 24 horas en el mismo lugar para subir a la favela, por lo que no hay ningún riesgo. Sólo tienes que tener miedo de tomar un moto taxi y aferrarte. ¡Eso también es vivir en una favela!