Centros ecuestres y clubes de ponis Ciutadella

Los caballos de pura raza menorquina y la isla de Menorca forman una pareja inseparable. Es imposible entender la isla sin estos purasangres. La presencia de estos animales forma parte del estilo de vida y el paisaje típicos de la isla. El famoso "Camí de Cavalls" (Camino de Caballos) ha sido una prueba de la importancia de este animal en el territorio durante siglos. Más allá del aspecto histórico, el caballo se utilizaba antiguamente como medio de transporte entre los pequeños pueblos, y desde un punto de vista más agrícola tenía una misión en las granjas. Incluso hoy en día, existe un fuerte vínculo con las fiestas y tradiciones locales, que se remontan a la Edad Media. En casi todas las fiestas de Menorca, los caballos menorquines son considerados la atracción más importante de cada evento, ¡y se venera su presencia como actores principales de la celebración! Con su morfología y constitución física muy particular (figura esbelta pero resistente, extremidades finas, color negro azabache), el purasangre menorquín se caracteriza por su buen carácter. Es unánimemente apreciado por los jinetes y tiene una gran capacidad de adaptación a todos los tipos de doma, una aptitud digna de las escuelas superiores que se puede apreciar durante una visita a las principales granjas de cría de la isla, donde esta raza se cría con pasión, en condiciones de libertad y alimentación sana.