LAGOA DAS FURNAS

A pocos minutos de Furnas, el lago es una invitación al descanso y a la meditación. Viniendo del pueblo, la primera calle a la derecha conduce a una pequeña playa bien acondicionada, con un bar de refrescos y botes a pedales; es una oportunidad para ver fumarolas pequeñas, menos impresionantes pero tan fragantes como sus hermanas mayores en la ciudad. Preparan el famoso cozido, una de las comidas más pintorescas que se pueden degustar en las Azores. Si quiere observar cómo se elabora, venga el domingo a mediodía: un momento agradable e informativo. Ojo, no es una tradición que se ha revivido de nuevo a causa del turismo; esta comida cocinada con vapor volcánico es muy apreciada por los lugareños, que vienen a comer con sus familias los domingos en este magnífico entorno. Si quiere probar el cozido en uno de los restaurantes de Furnas, lo que recomendamos encarecidamente, debe reservar como mínimo la noche anterior, ya que el tiempo de preparación lo exige. En verano, la Quinta d’Água ofrece numerosas actividades, paseos a caballo, en bicicleta, en carro, paseos por el lago... En septiembre, el circuito alrededor del lago permite observar numerosas especies vegetales, como el lirio amarillo, de flores muy fragantes. Parte del recorrido discurre a lo largo de una hermosa carretera asfaltada. Es posible bañarse. Por la tarde, la expedición puede continuar con el ascenso al pico de Areia, el pico más alto de la caldera: magníficas vistas de Furnas y del lago.