PARQUE BOTÁNICO TERRA NOSTRA
Parque Botánico Terra Nostra, visita obligada en Sao Miguel y Furnas.
En 1780, el cónsul estadounidense Thomas Hickling construyó una casa de veraneo de madera con vistas a una piscina, la cual rodeó de árboles, principalmente de Norteamérica. A su muerte, en 1834, la propiedad fue adquirida por el vizconde de Praia, que construyó la Casa do Parque en el emplazamiento del «Yankee Hall», como se conocía la residencia del cónsul, que era particularmente concurrida. La vizcondesa, muy interesada por la botánica, y luego su propio hijo, tras la muerte del vizconde en 1872, transformaron las dos hectáreas ya plantadas en un hermoso y romántico jardín con lagos, senderos sinuosos, flores y exóticos árboles centenarios inmersos en un silencio incomparable.
El hotel adyacente fue inaugurado en 1935 y posteriormente adquirido por la familia Vasco Bensaúde, también amantes de las plantas, que ampliaron el parque hasta las actuales 12,5 hectáreas. La piscina fue ampliada y se rodeó con piedras, y la mayoría de los senderos fueron rehabilitados. Durante la década de 1990, el parque fue sometido a una importante restauración, que mantuvo los 2485 árboles existentes y plantó cerca de 3000 más, como los rododendros malayos. Es el único lugar de Europa donde crecen al aire libre sin protección especial. En una palabra, este jardín botánico realmente merece una visita con calma. Es un imprescindible de São Miguel y de Furnas. Su visita no estará completa si no ha visitado el Jardín Botánico de Terra Nostra. Uno de nuestros lugares favoritos.
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Opiniones de los miembros sobre PARQUE BOTÁNICO TERRA NOSTRA
Gratuit et à toute heure pour les clients de l'hôtel Terra Nostra, peignoir de bain fourni.
Le plus du parc : se baigner dans une eau naturellement chauffée à 28°C par les volcans, d'où sa couleur argile. Entrée 5€/personne.
Prévoyez votre maillot de bain pour apprécier l'eau thermal à 35/40 degrés. N'ayez pas peur de la couleur, c'est l'effet du souffre !
Après vous être détendu dans le bassin, partez pour une promenade d'une bonne heure à travers le parc arboré et fleuri. Plus de 600 variétés de camélias, des pins, des palmiers, des broméliacées, des érables du Japon, etc... Un vrai bonheur pour les yeux !