TÉRMINO DE CARACALLA (BAÑOS DE CARACALLA)
Una de las grandes termas de la época imperial en Roma.
Las termas de Caracalla son las mejor conservadas de las numerosas grandes termas de época imperial. Totalmente conservadas en su diseño original, aunque despojadas de sus mármoles y decoraciones, el establecimiento sigue el esquema trazado un siglo antes por Apolodoro de Damasco para las Termas de Trajano en Colle Oppio: planta axial, simetría y funcionalismo son aquí las palabras clave Con una superficie de 120.000 m², las termas de Caracalla podían albergar a 1.500 personas simultáneamente.
Contaban con un gimnasio, una biblioteca, un auditorio y amplios jardines. El recinto porticado ha desaparecido, y hoy se entra por lo que fue el frigidarium, una gran piscina de agua fría. El suministro de agua necesario para satisfacer la gran demanda de estas termas se contenía en cisternas construidas en los muros circundantes; en el sótano, una red de amplios pasillos conectados con el piso superior por trampillas hacía que el incesante trabajo de los sirvientes fuera casi invisible para los usuarios. Construido durante el reinado de Caracalla, de 212 a 217, el uso de este extraordinario complejo se interrumpió en 537, cuando los godos cortaron los acueductos, privando así de agua a las termas.
La Ópera de Roma se instala en verano en las Termas de Caracalla. Un marco único para una programación de primer orden, que en 2023 se convertirá en un festival: el "Festival Caracalla".
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre TÉRMINO DE CARACALLA (BAÑOS DE CARACALLA)
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
C est un peu loin mais c est tellement impressionnant
Ne manquez pas de visionner un film de reconstitution avant d y aller...il était fou ce caracalla!
Néanmoins, visite intéressante même s’il ne reste plus grand chose des bâtiments. L’expérience en réalité virtuelle doit vraiment valoir le détour, nous y retournerons pour tester