LA CASA DE LA BELLA
En 1938, la Vacheresse pierde su última Beate. Desde entonces, la Maison de la Beate ofrece a los visitantes de paso un pintoresco viaje en el pasado: la habitación principal ha sido reconstituida con su cama de antaño, una navaja y su mobiliario de época, mientras que la primera planta ha revestido aspecto de pequeño museo del encaje con azulejos, piezas realizadas según los diferentes puntos. Por lo general, en las asambleas de Alta Loira se da una disposición inversa: la vivienda se encuentra generalmente en la planta baja, mientras que la sala de reuniones se encuentra en la planta baja. En muchos pueblos había una beato. Viviendo de la generosidad de los aldeanos, el beato enseñaba a los niños y les daba los primeros rudimentos de lectura y escritura. Por la noche, en La Vacheresse, como en otros lugares, la Beato reunió a un pequeño grupo de colchas. Estas mujeres venían a trabajar con su bola de vigilancia, un globo de cristal que permitía difundir la luz de la vela en la sala, y sus calentadores en los que a veces se puso un poco de café que las brasas recolectadas en el horno solían tener calor.