ROCA DE CUERVO Y LA ESTATUA DE NOTRE-DAME DE FRANCIA

La Virgen con el Niño domina la ciudad y le ofrece calma, fuerza y serenidad. Este proyecto se remonta a 1853 bajo la dirección del monseñor de Morlhon, gracias a numerosas donaciones y a una suscripción nacional. Para el material, se fundieron 213 cañones tomados en la batalla de Sebastopol. Tomadas a los rusos por el general Pélissier, fueron entregadas por Napoleón III al obispo de Puy-en-Velay y fundidas en los establecimientos Prenat de Givors (Ródano). Notre-Dame-de-France se inauguró el 12 de septiembre de 1860 ante 120.000 peregrinos. Llama la atención su sobrio color rojo ladrillo. Otra particularidad: ella sostiene al Niño en su brazo derecho, mientras que él está tradicionalmente en el izquierdo, para que pueda bendecir la ciudad con su mano derecha sin ocultar el rostro de su madre. Mide 22,70 metros de altura con el pedestal y pesa un total de 835 toneladas (110 toneladas para la estatua, 680 toneladas para el pedestal de piedra y 45 toneladas para la cubierta de hierro). Ofrece un panorama único de la catedral, la ciudad y la región, con una mesa de orientación. La subida, equipada con paneles de interpretación, es fácilmente accesible a pie e incluye puntos de descanso, una fuente, instalaciones sanitarias y una tienda de recuerdos.