MUSEO DE EPIGRAFÍA ÁRABE
La madrasa Jaqmaqiya fue criada en el siglo XV por el gobernador mamelouk de Damasco, Jaqimaq al-Argunsawi, después sultán en El Cairo de 1438 a 1452. La fachada está en tonos negros, rosa y blanca. En el interior, un patio central con una fuente está cubierto por un techo muy bien decorado decorado con columnas.
La función decorativa de la caligrafía, esencial en las artes del Islam, queda ilustrada por la variedad de los soportes utilizados: cerámica, piedra, papel, metal, vidrio… En un escenario, a la derecha de la entrada, se exponen magníficos ejemplares del Corán. El interés de este museo es lúdico, el juego de reconocer los estilos de caligrafía (entre ellos el muy antiguo, el Toulouse y el naskhi). La falta de explicaciones hace que la visita sea algo fastidiosa.