CORTIJO LA FE
Cómo llegar y contactar
Uno de los pocos lugares con terraza, cinco habitaciones dobles, una triple y una cuádruple en Montefrio
A siete kilómetros del bonito pueblo blanco de Montefrío y sus deliciosas tapas, el cortijo de Dominique y Richard es uno de esos raros lugares. Un buen día de 2001, por casualidad o quizá por intervención divina, lo encontraron a 960 metros sobre el nivel del mar, a sólo dos kilómetros de la carretera que lleva a Granada. Desde entonces, en medio de 150 olivos y numerosos árboles frutales, él y ella han seguido aportando sus deseos y pasiones a la propiedad, añadiendo deliciosos baños árabes climatizados con biomasa, una piscina exterior (abierta de abril a octubre) y restaurando una capilla decorada con pinturas ortodoxas.. Tras un té de menta de bienvenida, descubrirá el edificio principal de esta antigua granja, con su terraza y sus salones (biblioteca, TV), cinco luminosas habitaciones dobles (incluida una suite junior), una triple y una cuádruple, todas ellas bellamente decoradas al estilo arábigo-andaluz (vigas vistas, baldosas de terracota, muebles de colores, alfombras hechas a mano, iluminación suave, etc.). Están equipadas con ropa de cama cómoda y fina, calefacción y ventiladores, y algunas incluso tienen chimenea. En este entorno natural, no faltan las posibilidades de realizar excursiones por los alrededores (Granada, Córdoba, Málaga, Sierra Nevada, las Alpujarras, las playas o el lago de Iznájar...), paseos por los caminos reales, y comidas y desayunos saludables: productos de la tierra, pan cocido in situ en horno moruno, mermeladas caseras, frutos secos y de temporada... Una oferta diferente y relevante de la mano de dos amables anfitriones a los que les encanta agasajar.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre CORTIJO LA FE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Maite y yo repetiremos seguro!!!!!
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L’emplacement est magnifique, entouré de champs d’oliviers. La vue de l’auberge est incroyable. Tout est très beau, très propre, nouvellement rénové. La chambre était un havre de paix et le lit… tellement douillet et confortable.
Ce qui se démarque ceci dit de notre séjour, est l’accueil de nos hôtes. On se sent chez soi, dès notre arrivée et nos hôtes s’assurent que nous soyons le plus confortables et à l’aise possible.
Le déjeuner est le meilleur que nous ayons mangé jusqu’à maintenir en Espagne, et je vous recommande de prendre le souper préparé par les hôtes. Goûteux, très frais et copieux.
Ce séjour est un de nos highlights de notre voyage en Espagne. Nous avons bien rit, bien mangé, nous sommes bien reposés… Nous y retournerons très certainement!