Los mejores hoteles Puerto Plata

Tuvimos un flechazo con este pedazo de paraíso salvaje. El alojamiento es rural, muy rústico y disfruta de unas inolvidables vistas de la bahía de Puerto Plata. El ecolodge dispone de unas treinta camas en dormitorios, cabañas individuales y dos espaciosas cabañas de paja con WC privado y cabaña de ducha en la parte trasera de la habitación (estaban construyendo nuevas cabañas cuando lo visitamos en la primavera de 2018). La finca tiene una extensión de casi cinco hectáreas con varios senderos para excursiones, uno de los cuales conduce a una maravillosa cascada. Tiene un comedor panorámico y una cocina bien equipada de donde emergen excelentes platos preparados con amor y buena mano. El albergue trabaja ampliamente con las comunidades vecinas y Tim Hall, su anfitrión canadiense (que también es el cónsul honorario de Canadá), organiza muchas actividades a lo largo de la Ruta Panorámica con la población autóctona. Recibe regularmente en el ecolodge a jóvenes voluntarios, por lo que el ambiente cosmopolita está asegurado. El hospedaje no está exactamente en el corazón de la selva, sino que forma parte de un pequeño pueblo dominicano con sus característicos sonidos: perros, gallos y a veces vecinos de fiesta. Se recomienda el uso de tapones a aquellos que tengan el sueño ligero.

El hotel está ubicado en el corazón de las montañas, en un entorno pintoresco. Ofrece 1007 habitaciones espaciosas y muy limpias, equipadas con televisión por satélite, dispensador de licores, minibar, aire acondicionado, caja fuerte, balcón o terraza. El hotel cuenta, además, con piscinas, restaurantes, bares, el club infantil RiuLand e incluso una discoteca. Es ideal si busca un lugar tranquilo y cómodo.

Este hotel está situado en uno de los edificios históricos de Puerto Plata, a sólo diez minutos a pie del centro de la ciudad. Las habitaciones son limpias y confortables, bien equipadas con armarios de madera, ropa de cama de calidad, cuartos de baño decorados con gusto, TV, aire acondicionado, wi-fi... El desayuno, con coste adicional, se sirve en la bonita terraza exterior, es abundante e ideal para empezar bien el día. El patio invita a relajarse, al igual que la piscina de la azotea con sus preciosas vistas de la ciudad. Una bienvenida sonriente y servicial.