CASTILLO TOPS
Pointe des Châteaux ofrece un paisaje salvaje perfecto para pasear, y la isla de La Désirade puede verse en un día despejado.
Desde Saint-François, la carretera recién asfaltada discurre por un litoral de vegetación salvaje que ofrece atractivos paisajes de manglares y marismas. Un carril bici específico le permitirá circular con total tranquilidad. A su izquierda, el pueblo artesanal y sus encantadoras tiendas venden artesanía de calidad. Los pequeños restaurantes del interior ofrecen el aroma de la langosta y el marisco. Otros se encuentran frente al mar y ofrecen vistas panorámicas de la costa rocosa. Las playas de los alrededores son probablemente algunas de las más bellas de la isla.
El paisaje del extremo oriental de la isla se vuelve más salvaje cuanto más se avanza, con escasa vegetación. Esta marisma casi desierta está escasamente habitada y da la impresión del fin de la tierra, tan querido por los bretones, aunque la comparación se acaba ahí. Un reino feroz, sus laderas rocosas maltratadas por las olas. No se puede domesticar este promontorio, que ofrece mucho más que un espectáculo único: una cura de naturaleza en estado puro. Está prohibido bañarse aquí por ser extremadamente peligroso. Un sendero le llevará hasta la cruz donde un poema de Saint-John Perse encontró refugio eterno. Admire el panorama y la isla de Désirade, que podrá ver con claridad en un día despejado. Este magnífico paseo dura menos de 1 hora ida y vuelta. Durante la temporada alta (de diciembre a mayo), es posible avistar ballenas. La asociación Mon école, ma baleine (Mi escuela, mi ballena ) organiza charlas y avistamientos in situ los miércoles y viernes de 16:00 a 18:00 horas.
Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los yacimientos de Anse à la Gourde y Pointe des Pies han revelado la presencia de aborígenes en estas tierras expuestas a los vientos alisios entre los años 300 y 1400 de nuestra era.
La comunidad religiosa de los capuchinos, que se instaló aquí en 1683, le dio el nombre de parroquia de Les Châteaux.
Una sorprendente punta calcárea que se adentra en el mar. Hay que subir un poco por el pequeño sendero hasta el calvario para contemplar la suntuosa vista panorámica. Rocas y picos golpeados por las olas y zarandeados por el viento: ¡la naturaleza en estado puro! Como en la Porte d'Enfer, al norte, se dice que el diablo vive en estas olas embravecidas y que está prohibido bañarse en la playa de l'Anse.
No se vaya sin probar el famoso sorbete de coco (hay otros sabores disponibles), elaborado según la tradición local en el acto, delante de usted, con una heladora tradicional antillana.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
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Opiniones de los miembros sobre CASTILLO TOPS
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Pas de marchands le matin tot.
un lieu parfait pour le photo et découvrir les iles de la Désirade, petite terre , Marie Galante, la Dominique....au loin on aperçoit Basse Terre