SENTIER DES TANNES ET GLACIÈRES
Si el tiempo lo permite, ¿por qué no viene a explorar este sendero turístico de fácil acceso? Es una excursión de medio día ideal para los niños, que dura unas dos horas en su versión corta (o cuatro horas en la versión ligeramente más larga). El recorrido, divertido y en parte boscoso, revela sorprendentes formaciones geológicas. Pero eso no es todo: también se puede disfrutar de magníficas vistas panorámicas desde la meseta de Leysse, así como de paisajes de pastos de montaña. La montaña revela muchas facetas, y en un día despejado se puede ver incluso el Mont Blanc. En cualquier caso, esta excursión ofrece un auténtico viaje en el tiempo, a la época en que se formaban las tannes (simas), dolines (hondonadas circulares) y glacières (casas de hielo), estas simas naturales donde se acumulaba el hielo. Esto era especialmente práctico para los habitantes de Les Aillons de antaño, que cortaban el hielo y lo bajaban a lomos de una mula para venderlo en la ciudad a través del Col de la Verne. Si se fija bien, aún podrá ver hielo en el fondo de algunas de estas simas. En invierno, la ruta también puede recorrerse con raquetas de nieve o esquís de fondo, aunque es imprescindible seguir las pistas, ya que los agujeros y simas no son tan visibles, y hay muchos en esta región.