LE PAYS SUSPENDU DES GEANTS
leer másSumérgete en el mundo de cuento de hadas de un reino encaramado en las copas de los árboles, ¡donde reina la aventura! En este mundo aéreo, podrás divertirte con total seguridad en enormes redes, cabañas encaramadas y toboganes serpenteantes. Tanto si es pequeño como mayor, déjese llevar por la magia de este día y comparta recuerdos inolvidables con su familia. ¿Está preparado para un día emocionante y lleno de sorpresas?
ACCROTYRO DES GÉANTS
leer másSituado en la estación de Aillons-Margériaz, este nuevo sitio de accrobranche ha abierto sus puertas para deleite de los habitantes y veraneantes. L'AccroTyro des Géants cuenta con cuatro recorridos para trepar y volar de árbol en árbol y una decena de tirolinas, la última de ellas apodada TGV (Tirolina a Gran Velocidad). Un recorrido único en Francia para grandes y pequeños (a partir de 8 años, 1,25 m). Y para más adrenalina, existe un paquete de un día que combina el AccroTyro con el Pays suspendu des Géants, el Big Airbag y el telesilla.
RANDOPARC CHEMIN DES CRÊTES
leer másUno de los paseos emblemáticos del parque, conocido como "Chemin des Crêtes", comienza en Aillon-le-Jeune. Se trata de un bucle de 14 km que ofrece unas 4 horas de marcha y 600 m de desnivel. Siguiendo pendientes rocosas y caminos cubiertos de hierba, los excursionistas atraviesan este variado paisaje hasta llegar a las crestas. En este punto, la subida ofrece magníficas vistas panorámicas. La ruta es relativamente fácil y conduce hasta la Cartuja.
SENTIER DES TANNES ET GLACIÈRES
leer másSi el tiempo lo permite, ¿por qué no viene a explorar este sendero turístico de fácil acceso? Es una excursión de medio día ideal para los niños, que dura unas dos horas en su versión corta (o cuatro horas en la versión ligeramente más larga). El recorrido, divertido y en parte boscoso, revela sorprendentes formaciones geológicas. Pero eso no es todo: también se puede disfrutar de magníficas vistas panorámicas desde la meseta de Leysse, así como de paisajes de pastos de montaña. La montaña revela muchas facetas, y en un día despejado se puede ver incluso el Mont Blanc. En cualquier caso, esta excursión ofrece un auténtico viaje en el tiempo, a la época en que se formaban las tannes (simas), dolines (hondonadas circulares) y glacières (casas de hielo), estas simas naturales donde se acumulaba el hielo. Esto era especialmente práctico para los habitantes de Les Aillons de antaño, que cortaban el hielo y lo bajaban a lomos de una mula para venderlo en la ciudad a través del Col de la Verne. Si se fija bien, aún podrá ver hielo en el fondo de algunas de estas simas. En invierno, la ruta también puede recorrerse con raquetas de nieve o esquís de fondo, aunque es imprescindible seguir las pistas, ya que los agujeros y simas no son tan visibles, y hay muchos en esta región.