MAMA SHELTER
Un hotel único en un barrio de Lyon con un espacio de coworking para reuniones.
Si vamos al Mama es para vivir una historia diferente, una estancia distinta. The Mama Shelter, que ondea su bandera por todo el mundo, es un concepto hecho a la medida de todos los hipsters del planeta que buscan un lugar sensacional. Sin embargo, no es sensacional por su ubicación —la de Lyon está completamente fuera de lugar, ya que se encuentra a un paso de la estación de Jean Macé (estación, metro y tranvía a 250 metros), en un barrio popular lleno de buenos establecimientos gastronómicos (puedes descubrirlo en nuestra guía)—, sino por su diseño interior. Los propietarios del lugar son Philippe Starck y Jérémie Trigano. Con habitaciones originales, aunque es su decoración, inspirada en los grandes maestros del diseño contemporáneo, lo que es original en un establecimiento donde se juega con las formas y las luces. Se puede usar el iMac gigante para ver la televisión mientras se navega por la web o relajarse en el sofá mientras se lee un buen libro. En resumen, es un poco como el apartamento de sus sueños, lejos de las habitaciones saneadas y estandarizadas. Mama Shelter es también un lugar con vida, especialmente por la noche, con una buena programación en su bar, donde la gente se interesa principalmente por el menú de cócteles. Es el establecimiento que reinventó las coquillette servidas con jamón trufado y huevo cocido, sus extraños bancos y su futbolín gigante (se puede encontrar en nuestra sección Restaurantes). Es un lugar que atrae tanto a los lioneses como a los turistas que vienen a probar el Mama Shelter de moda.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Opiniones de los miembros sobre MAMA SHELTER
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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Merci beaucoup !
Client régulier de Mama Shelter (notamment à Dijon, où l’accueil est toujours excellent), j’ai réservé par erreur une chambre pour le 5 juillet au lieu du 4 juillet, tard dans la soirée du 29 juin. Moins de 12h après, je contacte l’hôtel pour corriger cette simple erreur de date.
Malgré ma réactivité et la bonne foi évidente, aucune flexibilité, aucune solution, aucun geste. On m’a simplement répondu que la réservation était non modifiable. C’est regrettable, surtout pour un client fidèle.
Ce manque total de compréhension nuit gravement à l’image de l’enseigne. Je réfléchirai à deux fois avant de réserver à nouveau.