El hombre moderno no es más intolerante al gluten que antes, sino que hoy sabe por qué desarrolla enfermedades celíacas que dañan sus intestinos al comer demasiado gluten, utilizado por sus cualidades de elasticidad, que no puede asimilar de forma adecuada. Lejos de las caricaturas, el gluten es un verdadero problema para millones de personas. Sin embargo, ¿cómo podemos prescindir de él cuando está en todas partes, especialmente en el pan y la pastelería? Hay que ir a, Les Gasteliers. Detrás de este extraño nombre del pasado (que significa «vendedores de pasteles» en francés antiguo) se esconden un pastelero apegado a su época, Christophe Rasneur, su esposa Estelle Mechouet y su hermano Fayçal Mechouet. Entre los tres han logrado abrir un establecimiento que perpetúa lo mejor de la pastelería-panadería, la excelencia de las exquisiteces francesas, exclusivamente sin gluten. Contrariamente a lo que se puede imaginar, todo sabe bien y a menudo mucho mejor que lo que se encuentra en otro lugar. Los productos son elaborados con harinas de Chambelland, con mucho conocimiento y destreza, que garantizan que los panes y bollos tengan una perfecta fijación y textura. Pasteles, tartas —incluyendo una de frambuesa con una masa sabrosa y desmenuzable en la cual se rellena cada frambuesa con un coulis de la misma fruta, ¡un sacrificio! —, pastelitos, relámpagos, flanes y numerosas galletas (fondant, tejas, sablés, macarrones...) 100 % libres de gluten y 100% exquisitas. Se pueden degustar en la encantadora sala de té o en casa. Incluso, hay platos de catering elaborados con productos cuidadosamente seleccionados para llevar a casa. Hay brunch los fines de semana para seguir disfrutando de estas delicias.
Les Gasteliers también cuenta con una tienda gourmet donde adquirir chocolate o pralinés, por no hablar de las famosas harinas de Chambelland.