Les Fleurs du Malt - Le bar
Frente a la presión de la vida cotidiana, hay que ceder a otras presiones mucho más agradables. Les Fleurs du Malt, que se ha extendido a Nantes, ofrece el que creemos es el mejor bar de cerveza de Lyon. A orillas del Saona, una hermosa casa donde a todos los amantes de la cerveza —y los que quieren unirse a ellos— les encanta reunirse después del trabajo o por la noche. Llevado por entusiastas y auténticos cervezólogos que pueden contar durante horas el noble arte de la elaboración de la cerveza. Les Fleurs du Malt ofrece un ambiente agradable que no intenta imitar a los pubs: techos abovedados, decoración refinada, panelado de madera. Cerca de 150 cervezas a la carta y muchas otras efímeras que hay que apresurarse a disfrutar (dieciséis disponibles). No se pueden perder las cervezas de temporada —y por las que hay que volver a menudo—, como la Oskar Blues IPA o la Death by Coconut, ambas de Oskar Blues. También disponen de algunas raras de todo el mundo, así como exclusivas, descubiertas por amantes de la cerveza que quieren compartir sus deliciosos tesoros. ¿Un poco de hambre? No hay problema, disponen de surtidos de embutidos y quesos que completan su degustación y prolongan la velada. El servicio de bar es atento, sonriente y da buenos consejos (sino, al final de la carta hay un léxico cervecero). Para los grupos, hay sala privada en la parte de atrás, así como la emisión de partidos de rugby, y dentro de otro género, es socio del Festival Lumière. Les Fleurs du Malt reparte cervezas divinas y alegría, necesariamente Petit Futé.
Selon les heures et les jours, il peut être plein ou vide, mais on y est toujours bien accueilli. En général, la musique est à un niveau suffisamment bas pour qu'on puisse s'entendre parler, ce qui est déjà un bon point.
Les bières sont chères, mais c'est le prix de la qualité et du format. Les tenanciers sont toujours là pour conseiller et faire goûter les pressions avant d'en choisir une. La carte est méga fournie et permet de perdre du temps à choisir.
Enfin, le cadre est bien agréable.
Un de mes endroits préféré à Lyon.