LA LIMONADE DE MARINETTE
Este establecimiento es increíble. Es el lugar más insólito que conocemos y encaja perfectamente en el marco de este bello barrio de Saint-Georges. No basta con admirar el escaparate de este snack bar para adivinar todas las maravillas que se esconden en su interior. Hay que empujar la puerta del Marinette y conocer al hombre encantador que le servirá, en cualquier momento, un rouge limé o un cortado, así como el menú Viandox, con su quiche casero, o el menú Bonux, con su tortilla de jamón y queso, acompañado con un postre de su elección, un refresco o un café. Todo por tan solo unos diez euros. Todo se cuida al detalle para devolvernos a los años 1950 y 1960. Es un espacio lleno de nostalgia para los padres y un descubrimiento mágico para los niños, que se emocionan con los cientos (incluso miles) de objetos que un apasionado ha ido coleccionando durante treinta años y colocado en las estanterías. Es un lugar para divertirse, compartir recuerdos, encontrarse con gente. ¿Qué más se puede pedir? Se pueden comprar placas metálicas vintage y cajas llenas de recuerdos en la nueva tienda de Marinette, al lado del restaurante.
Dommage que l'accès au magasin (à côté) oblige à sortir du café par la rue...
Sinon, les Limonades sont bonnes et variées pour un prix raisonnable...