Una sola palabra: lástima. Es una lástima, ya que esta dirección tiene todo para gustar o casi. Empezando por una terraza en el viejo Lyon contra las puertas de una plaza donde los niños pueden ir a divertirse el tiempo de un plato, un comedor acogedor, una cocina soleada con algunas especialidades españolas, poco a nuestro gusto, como estos surtidos de tapas, esta paella real, esta zarzuela y mollas bien preparadas a todas las salsas, para terminar sobre una crema catalana. bastante exitoso. Un lugar atractivo que solo pesca con su acogida y su servicio que se ha considerado detestable. Sin embargo, una adorable camarera de pelo negro y acento español nos había permitido pensar que nuestra comida sería sin falta, pero una señora rubia y el cocinero nos arruinaron nuestro placer. No una sonrisa, incluso para pedirnos fríamente que aparten un poco nuestra silla para acceder a una mesa y ni una sola palabra de excusa para la mosca muerta hallada en nuestra ensalada. Por otra parte, cuando se hace notar, sin escrúpulos, la presencia de esta mosca bañándose en la salsa entre dos hojas, se nos dice que viene del jardín exterior y que es "imposible vigilar todas las moscas". El cocinero, a quien se hace la misma observación, nos acusa casi de poner la mosca en la ensalada y nos dice que "no nos ha matado". Es una lástima para esta dirección, pero no puede aceptar semejante comportamiento en un restaurante.
50 minutes d'attente, le soleil lui, n'a pas attendu, nous, si !
À côté de nous, deux personnes sont parties au bout de 10 minutes, et une table de 3, (visiblement énervés de la situation), arrivés avant nous, a été servi alors que nous finissions notre assiette !!!
Vous l'aurez compris, il ne faut pas être pressé !
Félicitations à la petite serveuse qui a su rester zen, malgré les réflexions de plusieurs clients.
Pour nous rendre aux toilettes, nous avons dû traverser une charmante salle, avec une très belle déco, et nous nous sommes retrouvés dans une cours intérieur "façon traboule".
Ahhh, si tout avait été aussi chouette que la déco...
Côté prix, cher pour ce que nous avons mangé, et même pas un café offert pour la longue attente (presque injustifiée, car pas grand monde en terrasse et en salle). Je n'ose imaginer un jour à grande affluence...