GRAND HÔTEL DES TERREAUX * * * *
Un gran hotel con 53 habitaciones insonorizadas y capullos de lujo con una decoración única.
Este gran hotel no solo tiene el nombre, sino que es, sin duda, uno de los establecimientos más sorprendentes de la ciudad y uno de nuestros favoritos. Ubicado en una calle pequeña, discreta y animada en el corazón de Presqu’île, a un paso de todos los monumentos, lugares históricos y culturales (Ópera, Théâtre des Célestins...), restaurantes y tiendas, el Grand Hôtel des Terreaux ha sabido conservar el alma de la antigua casa de correos del siglo XIX mientras tejía un verdadero mosaico histórico. Una tradición de hospitalidad preservada en paredes perfectamente renovadas —que combinan la nobleza de materiales como el mármol y la madera—, la elegancia de las formas con una espléndida escalera y la modernidad de la comodidad de un hotel de cuatro estrellas. Sus 53 habitaciones, totalmente insonorizadas y amuebladas con diferentes temáticas, están disponibles en cuatro versiones: estándar, superior, confort y junior. Lo más destacado de este alojamiento, y que no hay que perderse, es su impresionante piscina cubierta, excavada entre las paredes abovedadas de los sótanos. Déjese cautivar por el paquete romántico, reservado a los enamorados, para una estancia encantadora. Uno de los mejores hoteles de la ciudad, sobre todo porque los precios son especialmente bajos teniendo en cuenta las prestaciones.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Opiniones de los miembros sobre GRAND HÔTEL DES TERREAUX
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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La chambre est l'équivalent d'une "chambre de bonne" avec une salle de bain ridiculement petite, indignes d'un 4 étoiles (tout comme le papier toilette non conforme aux standards).
La literie est très bien et la climatisation fonctionne, ce sont les seuls points positifs.
Le petit déjeuner n'a rien d'exceptionnel avec des œufs brouillés constitués d'une "pâte" immonde. Par contre les viennoiseries sont fraîches.
Si la minuscule partie "détente" est très photogénique, son accès est acrobatique, l'eau n'est pas à 26°c et le revêtement du fond du bain à remous est mal posé et dangereux à certains endroits qui se décollent. De plus il n'y a aucune douche ! Pour couronner le tout, nous sommes obligés d'enjamber les sacs de linge salle à 16h00 !! Et la femme de chambre se permet de clencher notre porte à plusieurs reprises dans la matinée sans même frapper... Bref, rien ne mérite 4 étoiles dans cet hôtel qui se préoccupe plus de "l'écologie"* (*de ses économies) que de ses clents ! Quel dommage que les étoiles ne soient revalorisées que tous les 5 ans, car cet hôtel peut berner les gens pendant encore 2 ans ! Méfiance...