LE CAFÉ DES FÉDÉRATIONS
En Lyon casi podríamos decir que hay bouchons y Fédérations. Un restaurante que es a la vez el bouchon por excelencia, una referencia mundialmente reconocida en su campo, y un bouchon al margen de todo lo que se conoce. Tanto es así que el inefable Marc Rivoiron, propietario de los Fédés (como son conocidos en Lyon) desde hace veinte años, rechaza todo tipo de etiqueta, excepto la de Institución Popular. Esto es algo de lo más normal, porque en la historia de los bouchons de Lyon, las Fédérations ha sido, sin duda, el primer establecimiento popular en el sentido de que el restaurante abre su cocina para la comida y la cena, o que se esfuerza por traducir su menú a diez idiomas —el éxito lo requiere (inglés, español, italiano, alemán, holandés, ruso, sueco, japonés, chino y portugués)— para acoger a los gourmets que no tienen la suerte de vivir aquí.
Las salas —el sótano abovedado es fascinante—, al igual que el propietario, merecerían figurar en el patrimonio de la ciudad por su carácter original, en el que no vale la pena insistir, y por la cocina, casera y elaborada a base de buenos productos, que permite elegir auténticas especialidades lionesas: caviar de la Croix-Rousse, fiambres de Lyon, tarta de hígado de ave, andouillette con salsa de mostaza, quenelle de lucio con salsa de cigalas, tablier de sapeur (callos), salchichón al vino, el famoso e imprescindible, —para nosotros— guiso de carrillada de cerdo, cervelle de canut (queso lionés), tarta de praliné y peras al vino para terminar con un postre casero. Cuvée des Fédés para acompañar la comida y muchas otras buenas botellas. Cuenta con una zona Ripailles para acoger grupos en una zona privada. Lugar inclasificable.