El éxito de esta cervecería forelana está asegurado por su mapa de la región con mil sabores: fórmulas de rana de ranas o ralladas de patatas, fórmulas de campo o menú más delicado, empezando por una escalera de foie gras o un tártaro de salmón flambé al vodka. En el orden del día se lamen los babinas y la paciencia está plagada de copiosos platos. El gerente, Pierre-François, ha apostado por unos valores seguros de la gastronomía ligeriana. Se ponen en el honor productos bien conocidos. El restaurante, todo de piedra, respira la autenticidad y el sabor de la buena carne. Un entorno ideal para un almuerzo en familia o una cena de enamorados a unos quince minutos del centro de la ciudad. La terraza vale mucho la visita para disfrutar del sol después de una comida lograda.
Este establecimiento también figura como :
Menu alléchant. Entrée correcte. Plat chaud : la viande est bonne et chaude, les légumes froids.
Le vin est très moyen.
La salle est grande et agréable mais à midi le resto était presque vide. Un signe ? Sûrement !
Nous n'avons vu que le serveur qui nous a accueilli d'ailleurs.
Bref, résultat très mitigé.
D'ailleurs aucune indication de "fait maison" .
On connaît mieux et moins cher.
Dommage car la salle est agréable.