ABADÍA DE SAN GILBERT

En las paredes de la sala capitular hay paneles explicativos sobre la vida de la antigua abadía y de su fundador. También se exponen fotografías de los trabajos realizados desde 1959 por el primer restaurador, el Sr. Lerat, hasta los trabajos realizados desde 1999, lo que da una idea del inmenso trabajo realizado para salvar este patrimonio. La iconografía de San Gilberto de Neuffonts debió de ser muy importante. De hecho, este santo era muy venerado en toda la región, y la orden premonstratense lo dio a conocer como santo de Auvernia (antes era de Bourbonnais). Tras su muerte, el 3 de octubre de 1152, se produjeron milagros cerca de su tumba. La abadía se convirtió pronto en lugar de peregrinación. La finalización de la iglesia permitió trasladar el cuerpo del fundador al edificio, lo que formalizó y desarrolló la peregrinación. Con el paso de las décadas, su culto se extendió. Gilbert se convirtió en el patrón de la región de Bourbonnais. La arquitectura del monasterio refleja la evolución hacia el arte ojival. En el ala este, la primera sala que se construyó, la sala de la calefacción, presenta bóvedas de arista. Esta era la única sala con calefacción del monasterio, y el lugar donde se reunían los monjes para realizar trabajos manuales. Las visitas a la abadía son gratuitas. Sin embargo, hay una urna a disposición de los visitantes para que hagan una contribución, por pequeña que sea, a la conservación y mantenimiento del patrimonio de la abadía. La belleza del lugar se presta especialmente bien a recepciones o a una estancia relajante.