CAFÉ DE LA PAIX

Esta modesta brasserie está situada en una de las calles principales de la ciudad. La clásica terraza delantera es un poco ruidosa, pero es sobre todo la terraza sombreada de la parte trasera, tranquila y fresca, la que hace de este establecimiento una parada perfecta para comer. Los menús del día tienen un precio más que razonable, no son demasiado originales pero están muy bien ejecutados. También nos gusta el servicio, atento y amable. Se recomienda reservar en pleno verano si tiene previsto llegar antes de las 12h30.