LE CLOÎTRE GABRIAC

Más que una bonita mansión de piedra vista, esta casa, este claustro que se ha formado a lo largo de los siglos, es un lugar de tranquilidad total, soñar magnífico, reposo completo. Es en una de las seis habitaciones de huéspedes donde hay que disfrutar de la felicidad de vivir en una decoración muy encantadora. Un mobiliario de época, las comodidades modernas y antes de cualquier belleza, la acogida de la familia Dalbard que te convierte en huésped. En pleno pueblo se pasea por los jardines tan románticos y se descubre, por sorpresa, un baño de burbujas al aire libre. La mesa de huéspedes, que se alimenta de los productos de temporada del mercado, ofrece los mismos placeres mágicos.