SANCTUAIRE SAINTE-BAUME
Situado en un marco excepcional, este santuario alberga una tienda del peregrino donde encontrará objetos de devoción y libros.
Uno de los santuarios más famosos de la Provenza en un entorno excepcional. Según la tradición, Santa María Magdalena llegó a la Sainte-Baume en el año 47. San Juan Casiano fundó allí un primer priorato hacia el año 415. En el sigloV, está probada la presencia de monjes de la abadía de Saint-Victor de Marsella. Por orden de Carlos II de Anjou, conde de Provenza y futuro rey de Sicilia, en 1279 se realizaron excavaciones en Saint-Maximin, que revelaron el descubrimiento de las reliquias de María Magdalena. La hermandad de María Magdalena fue fundada en 1629 por el Papa Urbano VIII. Entre 1789 y 1793, los locales fueron saqueados por los revolucionarios, lo que provocó la salida de los dominicos. Los edificios fueron vendidos como propiedad nacional y comprados de nuevo en 1791 por el marqués de Albertas. Entre 1824 y 1834, la presencia religiosa fue proporcionada por los padres trapenses y luego por los padres capuchinos en una granja de la meseta. A partir de 1859, el convento de Saint-Maximin fue comprado por el padre Lacordaire que reinstaló a los dominicos e hizo construir la hospedería en la llanura. Se produjo entonces un verdadero renacimiento de la peregrinación. En 1900, 1901 y 1913 se repitieron las visitas de Charles de Foucauld. Continuando con el desarrollo del santuario, el padre Vayssiére restauró la escalera de acceso a la gruta con el mismo número de escalones que el Ave del Rosario y se inauguró el calvario. También es responsable de la construcción de Nazaret. Cerrada en 1997 para su renovación, la gruta se reabrió en 2002 y cuatro dominicanos se instalaron en ella. En cuanto a la casa de huéspedes, fue tomada por los frailes en 2008. En la actualidad, la presencia y la importante inversión de los dominicanos han dado nueva vida a esta larga página de la historia, así como a la reputación y el desarrollo del santuario. Te acogen en su monasterio todos los días del año con una recepción permanente, liturgia diaria y posibilidad de confesión. La única manera de llegar es a pie. Se tarda unos 45 minutos en llegar. Hay varias vías de acceso. El Chemin des Roys es el menos difícil. Comienza al borde de la carretera departamental, a unos cientos de metros de la hospedería, en el aparcamiento conocido como los "tres robles". Horarios y servicios en la gruta: la gruta está abierta en invierno de 8.30 a 17.00 horas, con misa a las 11.00 horas y vísperas a las 16.30 horas. En verano, las puertas están abiertas de 7:30 a 18:30, con misa a las 11:00 y vísperas a las 18:00 (16:30 los domingos). La tienda del peregrino: encontrará recuerdos, objetos religiosos, postales, libros y discos.