CHÂTEAU LA MARTINETTE
Cómo llegar y contactar
Fundada en 1620, es una de las bodegas más antiguas de la región. Desde su compra en 2011 por un trío de amigos amantes de la Provenza, Château la Martinette ha sufrido una completa metamorfosis. Sus 42 hectáreas de viñas orgánicas están preservadas por 350 hectáreas de bosques, olivos, lavanda y restanques. Atravesado por el río provenzal Argens, es un remanso de naturaleza donde los olivares y los campos de trufas han vuelto a la vida. Impulsado por la energía y el compromiso de un equipo de una veintena de jóvenes y experimentados, el Château La Martinette ofrece productos de calidad y vinos de Côtes de Provence que se premian regularmente en los concursos. Una magnífica bodega contemporánea salió de la tierra el año pasado. Construido en armonía con su entorno de singular y notable belleza natural, sus pisos presentan los restanques provenzales. Hecho de piedra, vidrio, hormigón y acero, alberga una bodega con una proeza arquitectónica visible, con equipos a la vanguardia de la elaboración del vino. Aquí, el equipo de la finca crea vinos de alta gama, capaces de expresar con precisión su singularidad y el terruño del que proceden. Con un viñedo reestructurado, la nueva bodega y la identidad visual revisada, se está produciendo un cambio importante. Para los vinos, la frescura y el equilibrio están a la cita con los blancos, tintos y rosados con aromas embrujadores, limpios, finos y complejos, que se encuentran en tres gamas con fuerte identidad: Château la Martinette, Rollier de la Martinette, y los extraordinarios Parcellaires: Grande Pièce rouge, Reflets d'Argens rosé y Clos Blanc. Una finca y vinos que merecen una visita.
¿Lo sabías? Esta reseña ha sido escrita por nuestros autores profesionales.
Los puntos fuertes de este establecimiento:
Opiniones de los miembros sobre CHÂTEAU LA MARTINETTE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
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En signe de solidarité avec le peuple Ukrainien, nous avons décidé de boycotter le domaine, le propriétaire étant un magnat russe. Un « gérant » au nom bien français, certes, mais des propriétaires russes. Puis, lors de notre dernier séjour, nous avons eu quelques échanges édifiants avec des employés… À éviter.