El barrio de la Gare de Nice dio un salto en el tiempo hasta el siglo XIX con la llegada de dos nuevos hoteles-boutique: La Villa Otéro y la Villa Bougainville. Como su nombre lo indica, estos dos establecimientos del grupo de Honotel rinden homenaje a dos destacadas personalidades de este período, Caroline Otéro conocida como "La Belle Otéro" y Louis Antoine de Bougainville
Situada en la rue Hérold, la Villa Otéro parece sacada de la Belle Epoque, una época que marcó la Costa Azul por el auge del turismo pero también gracias a la figura emblemática de nuestra "Belle Otéro", cantante y bailarina de Niza. La interiorista, Stéphanie Cayet, ha sabido utilizar estas dos fuertes identidades para ponerlas al servicio del hotel. Las 38 habitaciones fueron diseñadas deliberadamente como habitaciones de huéspedes en una gran casa familiar de la época. Así que hay viejas fotos de recuerdo enmarcadas sobre la cabecera. Para ir en esta dirección de convivialidad, se invita a los clientes todos los días entre las 14 y las 18 horas a compartir el "Grand Goûter" de la Villa Otéro compuesto de macarrones, tartas, dulces y otros dulces coloridos y sabrosos
A la vuelta de la esquina, Villa Bougainville le sumerge en los recuerdos de los viajes de Louis Antoine de Bougainville, el famoso navegante francés del Siglo de las Luces. El "Atelier Coste et Butin", responsable de la decoración del hotel, ha sabido recrear la atmósfera de las numerosas expediciones del explorador gracias a sus trabajos de empapelado y a los plafones, marcos de espejos y sillones repartidos por cada una de las 46 habitaciones, que recuerdan decoraciones exóticas y vintage. Todas las tardes, el establecimiento ofrece a sus clientes lo que llama "l'Odyssée Gourmand", una degustación de tés helados acompañados de frutas frescas y frutos secos.
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