El Café des Bains es nuevo para el nuevo año y le invita a su nuevo decorado. El restaurante, muy agradablemente situado en primera línea de playa, ofrece una sala interior, así como una terraza para disfrutar de unas vistas panorámicas del estuario. A dos pasos de la playa, a orillas del mar, es una alegría venir al sol para comer o tomar una copa. Aquí se destacan los productos del mar: Santiago, timbre, limanda… El menú es asequible y el chef propone un plato del día atractivo. Sin embargo, el servicio, demasiado lento y ya desbordado, deja mucho que desear. En cuanto a la sugerencia del chef, una hamburguesa casa, a priori inratable, resulta decepcionante, seca, seca, con la cocción muy poco controlada. Y el pescado del día, con su atropello de patatas, se sirve apenas tibio y acompañado de camarones que se creyeron ya comprados y no frescos. En cuanto al postre, nada más que nada clásico: tarta Tatin, carpaccio de piña.
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J'y suis venu de nombreuses fois pour boire un verre accompagner de crêpes ou glaces. Et à chaque visite je m'y étais bien senti.
Malheureusement, lors de ma dernière visite, j'ai été surpris par l'accueil du personnel. Froid, peu souriant.
Surpris par le nouveau concept, il faut faire le service soi-même comme au Mc Do. Aller chercher son plateau au bar avec ses boissons et crêpes. (Je plains les personnes qui ne savent pas porter de plateaux avec des boissons.)
De plus, les tarifs sont affichés service compris, ce qui n'est clairement pas le cas.
A cela s'ajoute une fermeture de salle car il avait des réservations, limite ont se fait enfermer par des chaises pour éviter que les prochains clients ne pénètrent la zone dite.
C'était ma dernière visite dans ce cadre, certe beau mais plus du tout accueillant.
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