Este restaurante es sin duda uno de los a los que nos gusta ir: una parada gastronómica a sólo 30 minutos de Royan. Situado detrás de la iglesia, el lugar es bien conocido por los gastronomías y, durante más de 10 años, con mano de amo por Julien y Julie. El primero ha bañado en la hostelería, desde su edad más temprana, la segunda ha crecido tras los hornos de su abuela, y ambos forman un equipo delicioso. Apenas instaladas, tendrás tiempo de pasear por un mapa que hace la parte más bonita de los productos frescos cocinados con cuidado. Se aprecia la puesta en la boca y las entradas siempre generosas. El pequeño Futé invita a degustar una sopa de calabaza en las fragmentos de marrones caramelizados o de sutiles Vieiras gratinadas al ajo servidas con una deliciosa muselina de alcachofas. Los platos no dejarán de encantar tu palacio, proponiendo un verdadero diluvio de sabores: medallón de rapas y camarones salsa de azafrán, ratón de cordero con uvas o dorada a los cangrejos. Pero el pequeño Fué no olvida a los golosos que no dejarán de entusiasmar por última vez ante la especialidad del chef: los postres. ¡Qué importa tu menú! Encontrarás los grandes clásicos como los perfiles gastronómicos, pero también las creaciones muy inspiradas, como la pimienta en su vestimenta de gala. Cabe señalar: el restaurante se ha ampliado y la chef Julie propone cursos de cocina y talleres lúdicos para pequeños y grandes. ¡Brillante!
La Table propose une gastronomie raffinée qui met en valeur des ingrédients frais et de qualité. Chaque plat était un véritable chef-d'œuvre culinaire, tant par la présentation artistique que par les saveurs qui se mariaient harmonieusement.
Le personnel était attentif et courtois, offrant un service impeccable tout au long de la soirée. Leur connaissance des plats et des vins proposés était impressionnante, ce qui a ajouté une dimension supplémentaire à notre expérience gustative.
De plus, l'ambiance du restaurant était élégante et intimiste, créant une atmosphère propice à la détente et à la conversation. Les tables joliment dressées et l'éclairage subtil ajoutaient une touche de sophistication à l'ensemble.
Je recommande vivement le restaurant La Table à tous les amateurs de cuisine raffinée. C'est un véritable joyau gastronomique qui mérite d'être découvert. Préparez-vous à vivre une expérience culinaire inoubliable et à vous laisser séduire par la cuisine exquise et le service irréprochable."
Avec un très bon rapport qualité prix