LA CAPILLA

La capilla Saint-Joseph, situada a la entrada del pueblo, existe desde el siglo ^XVIII, como demuestran los registros matrimoniales. En el siglo siguiente, fue necesaria la intervención del párroco Jacques Ayraud, ayudado por los feligreses, para evitar la ruina del monumento. A finales del siglo ^XIX, otro sacerdote, Jean Alexandre Vincent, se dio cuenta de que la capilla seguía amenazada. También en este caso era necesaria una restauración. Un siglo más tarde, un pintor de Oléron decoró las paredes con escenas de la vida cotidiana. Para visitar la capilla, diríjase a la Oficina de Turismo.