Crepería con un ambiente cálido que ofrece una excelente relación calidad-precio en La Rochelle.
Esta crepería es un pequeño rincón de Bretaña en pleno centro de La Rochelle Lo que más nos gusta es su ambiente acogedor. Cerca del Puerto Viejo, la bonita sala con sus paredes de piedra adornadas con fotos de artistas y deportistas es ideal para pasar un momento agradable. El propietario, apasionado de las motos, ofrece una cálida acogida y la carta está repleta de exquisiteces. Los productos son de primera calidad, empezando por la harina que permite al chef preparar deliciosas galettes. Voluntariamente crujientes y bellamente adornadas, ¡son una delicia para toda la familia! El menú del mediodía ofrece una excelente relación calidad-precio, con un completo o una Forestière, un crêpe y un tazón de sidra.
A faire absolument en famille.