CHEZ MADO
Restaurante con vista panorámica de la bahía, que ofrece platos muy refinados
Esta dirección es una verdadera institución de los Crotoy, y debe su nombre a la antigua propietaria, Madeleine Poncelet, conocida como Mado. El restaurante, que abrió sus puertas por primera vez en 1960, se utilizó como plató para algunos rodajes de películas con sus confortables y coloridas habitaciones y sus paredes con numerosas pinturas. Este lugar está impregnado de historia, ya que la desaparición de Mado en la década de 1980 no acabó con el lugar, ni mucho menos. Y es notablemente gracias a Michou, fiel al puesto en el comedor, que el restaurante ha sobrevivido. Sin olvidar al chef Wilfrid Urbaniak, que siempre está encantado de prepararle algunos platos muy refinados, como los mariscos que se pescaron esa misma mañana, el lenguado meunière, la langosta real o incluso el rodaballo escalfado en salsa holandesa. Los amantes de la carne no deben ser superados con torneos y o pato en vinagre de jerez. Arriba, la vista panorámica de la bahía es impresionante.
Este establecimiento también figura como :
Face à la baie de Somme.
Stationnement possible et gratuit de novembre à mars.
Chocolat chaud annoncé à 5€ mais en réalité à 5€50
Chocolat chaud à l’eau, vraiment aucun goût de lait, pourtant serveur nous assure qu’il y a du lait, on se moque vraiment de nous
Le mado = bar de la honte. Un bel attrape touriste ! Ils en profitent car ils ont la vue sur la mer. Aucun sens du commerce.
Pris une limonade dans un verre très très sale ! Un gros manque d'hygiène !
Et mes amis ont pris un " vin chaud " ! C'était tout sauf un vin chaud. Aucun goût. De l'eau aromatisée à la piquette.
Et ne parlons pas des prix qui sont exorbitants pour une qualité bas de gamme.
Surprise en partant nous découvrons un cuby bas de gamme dans les cuisines.
Touristes et locaux passez votre chemin.
Remettez vous en question.