Restaurante vietnamita familiar con una decoración tradicional. El atento servicio es rápido y la carta está repleta de especialidades.
Un restaurante vietnamita de gestión familiar donde se encontrará con todas las generaciones trabajando duro para ofrecerle el mejor servicio. El restaurante está decorado con objetos tradicionales, baratijas, paneles lacados, abundante vegetación y acuarios, todo ello en tonos contrastados de marrón, negro, blanco y rojo, creando un ambiente muy agradable y acogedor. El menú es rico e interesante, con una gran variedad de especialidades. Cerdo, ternera, gambas, dorada y anguila, que puedes acompañar con diferentes tipos de arroz (normal, japonés, tailandés, cantonés...), verduras o fideos fritos... Todo está bueno. El servicio es eficiente y atento.
Canard à l’orange : sauce fade .. mal cuisiné
Pas de formule (hormis celle pour deux à 50€...).
Les plats à la carte sont assez chers car sans accompagnement. Comptez 4€ pour une petite portion de riz!
Le goût est tout sauf inoubliable hélas.
Seul point positif : le parking.