PALAIS IMPÉRIAL DE COMPIÈGNE
Este castillo, situado en el centro de la ciudad, está dividido en varias partes que dan dinamismo a la visita.
Entrar en este palacio imperial es como retroceder en el tiempo hasta la época de Napoleón El castillo está dividido en varias partes, lo que confiere dinamismo a la visita. Su singularidad reside en que se encuentra en pleno centro de la ciudad, ya que el rey Carlos V quiso adquirir terrenos en la ciudad. La configuración actual del edificio se debe a Luis XV. Una vez franqueadas las majestuosas puertas de entrada, es fácil conseguir su entrada, que deberá guardar cuidadosamente para acceder a los cuatro museos. A continuación, se suben majestuosas escaleras para llegar al Museo del Segundo Imperio, al Museo de la Emperatriz y a los pisos real e imperial. Las visitas están bien explicadas y son muy completas. Los apartamentos permiten viajar desde el siglo XVIII hasta el Segundo Imperio. Los visitantes deambulan por las habitaciones, todas ellas renovadas. En el museo del Segundo Imperio, descubrirá una gran galería con cuadros de Pérignon y Thomas Couture, así como recuerdos de la familia imperial. La última sala está adornada con lámparas de araña, y sus hijos estarán encantados de descubrir los carruajes infantiles de época. En el Musée de l'Impératrice, podrá adentrarse en la intimidad de los soberanos: en particular, hay una serie excepcional de fotografías sobre papel salado encáustico. Le recomendamos que termine visitando el Museo Nacional del Automóvil y del Turismo: le cautivará esta sala oscura donde los carruajes de época datan del siglo XVIII a principios del XX. Dan la impresión de que príncipes y princesas están a punto de bajarse de estos vehículos tirados por caballos con ruedas sobredimensionadas. También puede verse un vagón de ferrocarril imperial. Una parte del museo también está dedicada a la evolución de la bicicleta: triciclos, bicicletas y motocicletas de la época. A la salida, no olvide pasar por el recinto del castillo, abierto a todos gratuitamente: Napoleón I quería un parque natural abierto al bosque. En 1812, el jardín fue completamente rediseñado por Louis-Martin Berthault, con una fuerte presencia de arbustos. Para completar su visita con estilo, haga una pausa para tomar el té o comer en la antigua Orangerie, que alberga el restaurante Jardin des Roses, abierto durante las horas de apertura del parque. Los domingos puede almorzar allí. Desde el punto de vista práctico, puede descargarse la aplicación del castillo para realizar su visita paso a paso. En recepción hay folletos para niños (a partir de 8 años). Prevea varias horas de visita
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Opiniones de los miembros sobre PALAIS IMPÉRIAL DE COMPIÈGNE
Las calificaciones y reseñas a continuación reflejan las opiniones subjetivas de los miembros y no la opinión de The Little Witty.
Très joli jardin et petit joli salon de thé dans le jardin.
Si vous souhaitez visiter le musée de l'automobile et des carosses appelez avant pour connaitre les horaires d'ouvertures. Certains jours ne sont qu'en visite guidée et sur inscription