LOS CAMELLOS DEL DOMAINE DE FAY
Dromedarios para disfrutar de las más variadas atracciones de la Thiérache en Thenailles.
Aventúrate en camellos! Olivier Philipponeau, conductor de camellos, entrenador y propietario de dromedarios, y su divertida caravana nunca pasan desapercibidos en Thenailles. Así que regale a sus hijos un viaje increíble. La caravana de dromedarios familiares le llevará por los senderos, permitiéndole aprovechar al máximo los más variados atractivos del Thiérache. Momentos únicos para individuos o grupos, desde la simple iniciación hasta la fórmula pedagógica y práctica para descubrir el dromedario en torno a los cuidados, el aseo, el control corporal y el gesto-ladrido. En la arena, el hombre y el camello aprenden el uno del otro. El objetivo es mantener el autocontrol frente al animal para manejarlo en el suelo, pedirle que se acicale y luego ensillarlo y montarlo. ¿Es usted un ciclista experimentado? Ven a descubrir cómo montar el dromedario a pie, a paso ligero y al galope. Tras una sesión informativa de seguridad, parta en camello por la pista de arena negra de Le Fay. De tres a cinco vueltas a la pista le permitirán familiarizarse con esta disciplina. Todos los talleres se llevan a cabo en un entorno controlado, con camellos muy bien entrenados, bajo la supervisión de un camellero experimentado.
Disfrutan de la compañía de los humanos en cuanto se acostumbran a conocerlos desde su nacimiento. Interactúan mucho más con los humanos que con otras especies ganaderas, con la posible excepción de los caballos. Si están bien domesticados, son animales cariñosos. Cuanta más interacción tenga el animal, menos estrés sufrirá. Las investigaciones han demostrado que la manipulación de los animales, como subir a un camión o entrar en un corral, provoca menos estrés si los animales están acostumbrados al contacto humano. A los dromedarios no les gusta la lluvia, por lo que los criadores de Europa deben proporcionarles un refugio en caso de clima húmedo. Sin embargo, no tienen miedo al agua, nadan muy bien. En Kazajstán, les gusta tomar baños de barro. Cuando hace mucho frío, generan calor utilizando la grasa de su joroba, que se metaboliza para producir lo que se conoce como calor extra. Por eso, para prepararse para el invierno, el animal debe acumular sus reservas de grasa y llenar su joroba. Por lo tanto, es importante proporcionar una buena dieta rica en energía durante el otoño.