ABADÍA CISTERCIENSE DE LONGPONT
Esta abadía cisterciense de Longpont, que data de 1131, es un lugar majestuoso, excepcional y cargado de historia.
Descubrir este majestuoso paraje es una experiencia para saborear. Un marco suntuoso le espera desde el bosque o desde la meseta de Soissons. De la abadía cisterciense fortificada del siglo XII sólo quedan las ruinas de la iglesia abacial gótica, que se eleva orgullosa hacia el cielo. Preste especial atención a la nave, a algunas de las capillas radiantes y a los edificios monásticos remodelados en el siglo XVIII. Lugar excepcional cargado de historia, esta abadía fue fundada en 1131 por San Bernardo y consagrada el siglo siguiente en presencia de San Luis, que vino aquí a calentarse. Este vasto edificio de piedra, parcialmente en ruinas tras la Revolución Francesa, conserva salas abovedadas del siglo XIII y una sala de calderas con chimenea central, así como un claustro del siglo XVIII y una gran escalinata en los edificios residenciales. Testimonio de los grandes logros de la orden cisterciense, este complejo es una magnífica ilustración de dos periodos clave de la arquitectura francesa: el gótico y el siglo XVIII. La visita guiada le permitirá conocer la historia del lugar y su belleza. No dude en pasear por el parque, alrededor del estanque, y sucumbir al encanto de una impresionante colección de rosas. El lugar es encantador. El intrigante encuentro entre la Reina y el Duque de Buckingham en la película de Martin Bourboulon Los Tres Mosqueteros: d'Artagnan fue inmortalizado en este suntuoso escenario