LA BASILIQUE
La Basílica de Nuestra Señora y su presbiterio, ambos inscritos, fueron visitados desde el siglo XII por casi toda la comunidad cristiana, incluso de sangre real, gracias al prestigio de la leyenda de los Tres Caballeros. No hay rastros visibles del edificio original. El edificio actual fue reconstruido a partir de 1370 y terminado en 1480. Lugar de peregrinación real durante la Edad Media hasta la Revolución, el santuario recibió numerosas y suntuosas ofrendas que hicieron posible, entre otras cosas, la construcción del poste de mármol y piedra finamente trabajada y el retablo del altar mayor, exvoto de María de Médicis. Nota: dos pinturas del siglo XVII: una que representa "La Pentecôte", ofrecida por la asociación de barqueros de París, la otra que representa un belén, con dos donantes, pintada por Claude Vignon. La peregrinación, que aún hoy está activa, permitió al siglo XX dotar al edificio de un conjunto de vidrieras de importancia histórica, diseñadas por Jacques Despierres.